Casi todos sabemos que si controlamos nuestros gastos, creando un presupuesto, seremos capaces de tener unos ahorros. Sin embargo, el problema está, justamente, a la hora de llevar a la práctica la realización de un presupuesto.
Ese momento en el que nos dedicamos a examinar todos los gastos diarios que afrontamos (hipoteca, facturas varias, seguros) puede resultar abrumador y muchas veces nos sentimos impotentes, como si no hubiese solución. Si además existen otros temas más serios a tener en cuenta, como pueden ser créditos varios, deudas, tarjetas de crédito, bancarrota o deudas médicas pendientes de abonar, la sensación de agobio puede llegar al límite.
Crear un presupuesto para organizar la gestión de nuestro dinero es un primer paso muy positivo hacia la tranquilidad en relación a nuestras finanzas personales.
Método para presupuestar bien
Por supuesto, lo primero es conocer nuestra situación y saber de qué estamos hablando exactamente. Por eso hay que detallar todo los gastos. Tenemos que confeccionar una lista que incluya todos los gastos, del primero al último, sin olvidar la factura de la luz, el alquiler del piso, la compra del supermercado, o las posibles deudas por tarjetas de crédito.
Es importante clasificar los gastos que tenemos, diferenciando entre los que se mantienen siempre igual y los que son variables. Los gastos que no cambian de un mes a otros son, por ejemplo, la hipoteca, el alquiler o la cuota a pagar de los préstamos personales. El resto son los gastos variables, por ejemplo el gasto de salir a cenar, entretenimientos o comida, los cuales todos intentamos controlar.
En cualquier economía familiar uno de los gastos más importantes es la compra de alimentos, y son muchas las cosas que podemos hacer para reducirlo considerablemente. Por ejemplo: utilizar cupones, ir a hacer las compras con una lista y ceñirse a ella o aprovechar los productos de temporada que suelen ser más baratos.
Un factor clave es prestar atención a lo que se llama compras discrecionales, pues en estos gastos es donde se nos suele ir la mano y perdemos el control, llegando a fin de mes sin dinero o con las tarjetas de crédito “temblando”. Es fundamental aprender a controlar esos gastos más impulsivos que nos llevan a comprar demasiada ropa, o a salir a cenar más de lo que deberíamos, ya que, en parte, esas costumbres generan que más tarde no queden recursos en la cuenta de ahorro.
Afrontar la realidad
Un presupuesto ayuda enormemente, sin embargo a veces llega demasiado tarde, cuando ya estamos hundidos y hasta ahogados por las deudas. Ese es el momento de afrontar la realidad y pedir ayuda profesional, antes de que sea demasiado tarde y nuestro reporte de crédito sea irrecuperable.
Los asesores de crédito son expertos que pueden orientarnos y colocarnos en el camino correcto para gestionar nuestras finanzas personales, tomando medidas como el manejo o consolidación de deuda. Tratar con un profesional y ver la realidad del problema es el primer paso hacia un futuro mejor.
Info sobre finanzas personales y elaborar un presupuesto: http://espanol.consolidatedcredit.org/finanzas-personales/presupuesto/